Faust VS Nimbus

El pecado deambulaba por las calles después de haber hecho una exploración en aquella zona, ya que estaba buscando caballeros, en busca de “información” respecto al nuevo orden en el Santuario. En las guerras anteriores siempre habían convergido en el Santuario Greco y eran encabezados por el Patriarca, pero había estado anteriormente en ese lugar y estaba desierto, además de estar protegido por un extraño sello.

Quería saber cuál era la nueva sede de esas ratas y si se seguían reproduciendo, ya que podía sentir su asquerosa presencia y había tenido la desgracia de toparse con los caballeros de oro que interfirieron en sus planes matando a los demonios que ya eran como su servidumbre. Y nadie mataba a sus sirvientes más que él.

Vestía el súrplice de la ira, una armadura con los colores propios de las armaduras fabricadas con los minerales del inframundo, con la única diferencia de que su aspecto era ligeramente diferente a las de los otros Espectros, haciendo que se distinguiera ya que él no era un Espectro más sino un Pecado al servicio de la Diosa Perséfone, aunque debía admitir que su lealtad hacia la diosa estaba muy floja.

Había ido a ese lugar por una razón en específico, buscaba al caballero del que los demonios de la noche le habían informado, un mocoso que portaba la armadura del Lince. Lo esperó en un campanario abandonado, donde estaba la armadura, pero al darse cuenta de que no se encontraba en ese lugar decidió rondar los alrededores para emboscarlo y hacerle un interrogatorio antes de asesinarlo.

Mientras estaba en uno de los tejados, un sujeto extraño salió de la nada, moviéndose como el rayo sobre los techos, dirigiéndose al campanario. No había que ser genio para saber que era él a quien estaba buscando. Confirmó sus sospechas cuando lo observó con la armadura de Lince puesta.

-Vamos al grano, me vas a decir todo lo que quiero saber y si no cooperas aplastaré tu cabeza, desgraciado.- Apareció detrás de él, tocando su espalda con la punta de su báculo.