Ficha de Asbeel

Nombre: Asbeel
Alias: El caballero más hermoso
Nacionalidad/Origen: Húngaro
Género: Masculino
Edad: 18 años
Armadura: Armadura dorada de Piscis
Descripción Física: es alto, de complexión delgada pero con músculos marcados. No sonríe mucho, de hecho parece apático todo el tiempo, siendo una "lástima" según dicen al tratarse de un chico tan bello. No suele darle importancia a la belleza de la que es poseedor, ya que lo único que le ha hecho es traerle problemas a lo largo de su vida. Viste con una simple camisa verde y pantalones, también suele llevar un abrigo azul oscuro. Tiene el cabello violáceo, y unos cabellos algo más oscuros que crecen en el centro de su cabeza. Sus ojos son añil y cambian de color a verde cuando usa el poder de la semilla.

Spoiler:

Personalidad: es un chico de pocas palabras y sin mucho sentido del humor. No le hace gracia nada y es un completo amargado. Se la pasa "quejándose" de que ha tenido una vida dura, de que odia a las personas por haber asesinado a su madre, y vive con el trauma de ser un hijo de Satanás, un demonio enviado a la tierra para tentar humanos con su belleza, entre muchas otras tonterías. Por supuesto, él nunca dice nada y tampoco suele hablar de sus problemas frente a los demás ya que es demasiado orgulloso como para revelar información tan personal. Aunque a veces se "desquicia" y comienza a desahogarse con el primer imbécil que tiene cerca, contándole como fue perseguido con antorchas, incluso recreando el escenario en el que los aldeanos los ataron a un poste mientras veía a su madre siendo consumada por las llamas de la hoguera.

Técnicas y habilidades

Royal Demon Rose - Se dice que para dominar esta técnica los santos de Piscis desarrollan inmunidad frente a las rosas diabólicas reales. El Piscis controla rosas rojas que pueden ser arrojadas como proyectiles. La fragancia, sus pétalos y espinas contienen un veneno letal. Basta con que el rival sea cortado o inhale la fragancia para ser mortalmente envenenado, perdiendo sus sentidos y su capacidad para combatir, cayendo en el sueño, siendo presa de un dulce aroma que lo lleva a la muerte. Esta técnica no ocasiona ningún tipo de dolor al contrincante, simplemente se va paralizando perdiendo poco a poco el uso de sus cinco sentidos, concediendo una muerte misericordiosa.

Piranha Rose - Sus espinas son tan duras y afiladas como los colmillos de las pirañas. Sus pétalos negros también son impenetrables y residentes. El Santo de Piscis envía proyectiles cortantes que emergen de la palma de su mano, una vez lanzadas pueden atacar en dirección recta o rodear al enemigo, haciendo una especie de danza, para luego destruir todo lo que tocan con sus espinas y pétalos. Estas no contienen ningún veneno, pero tienen la característica de romper, triturar y devorar todo lo que tocan. Sus espinas pueden devorar todo lo que se encuentre en los alrededores y de destruir cloths con facilidad gracias al poderoso impacto que generan.

Bloody Rose - La técnica final de Piscis y aparentemente la más poderosa. Con un sutil movimiento, Asbeel lanza una o varias rosas blancas como proyectiles. Si la distancia es la adecuada ni es más fuerte podrá evitarla. La rosa vuela invertida en círculos por el aire, va girando eventualmente para que su tallo se clave en el corazón de la víctima y se incrusta siempre en su objetivo, el pecho y corazón del enemigo. Una vez alcanzado su objetivo, la succión o absorción rápida de la sangre por la flor comienza, la rosa drena la sangre del oponente como una sanguijuela y se tiñe en el proceso, y poco a poco cambia de color, pasando de blanco a rojo, hasta convertirse en una rosa carmesí, cuando se vuelve completamente roja se entiende que la muerte del objetivo está sellada al no poseer más sangre en su cuerpo.


Historia

Conocido como el "Hijo de Satán" o el "Hijo de la bruja", ya que los campesinos ignorantes se referían de esa manera despectiva y cruel al joven Asbeel, quien se decía había sido concebido por el mal. Su padre nunca estuvo a su lado, ignorando por completo que tenía un hijo y una esposa. Elizabeth, su madre, era conocida por usar los poderes mágicos de las plantas para sanar todos los males que aquejaban al cuerpo.

Cuando Asbeel tenía tan sólo 2 años de edad, supo que el niño no podría sobrevivir; sufría un mal en los huesos, el cual no contaba con una cura. Ella estaba desolada, sintiéndose impotente por no poder hacer nada para calmar el dolor de su hijo. Desesperada, fue a un templo que se encontraba a las afueras de la ciudad, donde se reunían aquelarres. Buscaba al macho cabrío, pues sabía que haciendo un pacto con él podría salvar la vida del niño. El extraño demonio se presentó ante ella, un hombre de cabello negro, con patas de cabra y largos cuernos. Le dijo que había escuchado sus plegarias y que su hijo viviría mientras ella siguiera curando enfermos. Le explicó que sus curaciones milagrosas la habían convertido en una figura temida, era una bruja a los ojos del pueblo, y que no tardarían en asesinarla a ella y a su bebé. Le ofreció que los demonios cuidarían de su hijo mientras ella continuara trabajando con normalidad, curando enfermos. Le entregó una semilla mágica, asegurándole que cuando Asbeel se la comiera el trato quedaría sellado. Pero antes de irse ella le preguntó "¿Pero qué es lo que ganas haciéndome este generoso favor? ¿Mi alma?". El demonio aguantó la carcajada y le respondió "Sí, quiero tu alma. Pronto vas a morir, pero prometo que nadie podrá tocarle un pelo a tu hijo". La mujer se mostró dudosa pero estaba desesperaba. La mejor prueba de su desesperación era que había tenido que implorarle a un demonio. Cuando el menor comió la semilla su estomago brilló desde adentro, un fulgor verdoso muy intenso que cegó a la mujer. Lo siguiente fue un gritó emitido por el bebé, un chillido de dolor, el rugido del mismo demonio, como si algo lo estuviera destrozando desde adentro. La dama pensó que su bebé estaba falleciendo lenta y dolorosamente pero, después de verlo retorcerse por el sufrimiento éste se levantó, la abrazó, estaba bien; fue un milagro.

El demonio había cumplido con su palabra, y eso significaba que sus días estaban contados. Sólo esperaba que aquel día llegara tarde. La infancia y adolescencia de Asbeel fueron normales, humildes y sin mucho de interesante. Había algo que le ocultaba a su madre pero que los vecinos habían visto; cuando se asustaba sus manos se convertían en estacas de madera, causándole mucho dolor y luego volviendo a la normalidad cuando se cansaba. También aparecían unos pequeños cuernos que parecían estar hechos de madera y sus ojos mostraban un resplandor verde sobrenatural que hacía estremecer a los hombres más valientes. Las personas ignorantes decían que era un demonio; que aquella mujer era una consorte de Satanás y que ese niño era su semilla. A la edad de 15 años fue testigo de cómo una multitud asesinaba a su madre en la hoguera, mientras él se encontraba atado a un poste sin poder hacer nada. Se le acusaba de practicar la brujería y tener tratos con el demonio, además de haber engendrado a un ser maligno con ayuda del diablo. Sin sospechar que la realidad era que la mujer era una curandera que se especializaba en el uso de diferentes plantas medicinales, y los resultados eran tan milagrosos que muchos pensaban que tenía una posible unión con el Demonio y que era una bruja, acusándola sin tener pruebas consistentes. La gente era cruel con la madre de Asbeel, siendo él la única persona que conocía a la mujer más que superficialmente, como un hijo, sabiendo que no podía ser lo que las personas decían. Como muchos lo creían a él un demonio era el siguiente en morir en las llamas, pero unos demonios atacaron el pueblo, liberando a Asbeel, quien aprovechó la confusión para desaparecer.

Al no tener a nadie en el mundo (su madre nunca le informó de la existencia de otros familiares) comenzó a vagar por diferentes pueblos. Llevaba un libro y un cuaderno de anotaciones, una guía hecha por su madre, los conocimientos que le robó al padre de Asbeel sobre las medicinas naturales. Cobró por sus servicios para poder mantenerse; viviendo el sueño de Elizabeth, acabar con el sufrimiento de las personas. A veces le tocaba enfrentarse a unos monstruos que parecían perseguirlo, pero podía vencerlos gracias a ese devastador poder que creía provenía del demonio.

Después de haber hecho viajes impresionantes y haber sufrido por causa de problemas que parecían no tener solución, combates y rechazo por la sociedad, Debido a que cada pueblo o ciudad que visitaba era atacada por demonios durante las noches de luna roja. Y aunque él se dedicaba a eliminar esos demonios, pensando en que si hacía acciones heroicas las personas abrirían sus ojos a la verdad y lo verían como lo que era y dejarían de juzgarlo sin conocerle, ellos ni siquiera se mostraban preocupados por él, sólo esperaban que se deshiciera de los seres infernales que hundían su pueblo en la oscuridad.

Pero en la mayoría de los lugares en los que el muchacho hacía labores altruistas, siempre terminaba en una caza de brujas, o en su caso de demonios. Lo querían ver mutilado, quemado, herido, o destruido. Mientras crecía, notaba que su cuerpo experimentaba cambios cuando despertaba su poder. Su cuerpo parecía un hibrido entre humano y los demonios que asesinaba, aunque aún en esa forma seguía manteniendo la lucidez.

Fue encontrado por un hombre llamado Akos, que lo rescató de unos demonios a los que no había podido derrotar al representar mayor reto que otros a los que había combatido en el pasado. No estaba preparado, pero por fortuna aquel guerrero vestido con armadura reluciente fue a ayudarlo, y en lugar de enfrentar a los demonios con espada y escudo usaba simples rosas, rosas venenosas. Al principio el caballero iba a matarlo también debido a que el joven se encontraba en su forma demoniaca, pero al percatarse de que el caballero quería matarlo cambió inmediatamente, mostrando su cara humana que contrarrestaba con su apariencia monstruosa. Asbeel tomó una de las rosas, la misma rosa con la que Akos había herido al demonio que se encontraba en el suelo sin vida, sintiendo curiosidad por saber cómo una pequeña rosa pudo asesinar a un grande y destructivo monstruo como el que se hallaba a sus pies borboteando sangre. Se pinchó la mano por descuidado, su piel tocó los pétalos y espinas venenosas, incluso olisqueó la fragancia de las rosas diabólicas pero ni siquiera eso lo mató. Akos lo miró boquiabierto, pues sólo aquellos hombres que estaban destinados a portar el manto de Piscis eran resistentes a ese veneno y podían vivir entre ellas.

El Santo de Piscis fue su mentor y protector, interesándose por los secretos que escondía ese enigmático muchacho. Quería desentrañarlos todos. Para Asbeel era la primera persona que no lo trataba como un despreciable demonio, lo cual lo conmovía hasta las lágrimas. Akos lo cuidó y se hizo cargo de él. Además de entrenarlo para combatir, también lo educó en diferentes ramos, ya que cuando se encontró con el muchacho apenas y sabía hablar correctamente, así como su vocabulario se hallaba muy limitado debido a que sólo sabía hablar en húngaro. Si tenía algo de educación la había aprendido de los textos que le legó su madre y de la vida misma. Pasó tres años entrenando exhaustivamente con Akos, hasta el día en el que Akos murió, pues había superado el veneno de su maestro, convirtiéndose él sucesor de la armadura de Piscis. Lamentó la muerte de su maestro pero, sabía que así las cosas debían ser.

El demonio cabra había vigilado atentamente a Asbeel, tal como se lo había prometido a Elizabeth: le quitó de encima a los demonios que pudieron matarlo fácilmente y le dejó a los más débiles para que aprendiera a controlar sus poderes, y envió a uno de mayor nivel intencionalmente para que Akos se fijara en él y así lo entrenara. Todo era parte del plan de aquel ente que observaba la obra que era la vida de Asbeel como un espectador en la sombras

"No había tenido tanta diversión desde aquel chico romano..."

Nombre del Anime/Manga/Videojuego del que proviene: Garry
Nombre original del personaje: Ib